Por: Dr. Juventino Favela Campa, Cirujano Dentista con Maestría en Odontopediatría por la UANL
Seguramente hemos escuchado del bruxismo y de cómo el hecho de rechinar los dientes puede acabar siendo muy perjudicial para nuestros dientes. Se trata de una dolencia en la que el niño aprieta la mandíbula y/o frota los dientes inferiores y superiores entre sí, llegando a desgastar los dientes.
Aunque este trastorno se asocia a los adultos, también se puede dar en niños y aunque no está considerado como una patología porque puede llegar a desaparecer en la adolescencia, es importante el saber porque se produce, y que podemos hacer en casa para evitarlo.
Sucede regularmente entre los 6 y 10 años, y coincide con la caída de los dientes de leche y la aparición de los dientes permanentes, aunque pudiera aparecer antes, y se caracteriza por apretar los dientes durante la noche, como una forma natural de estimular la dentición y favorecer el desarrollo óseo y muscular de la cara. Tiende a desaparecer con la aparición de incisivos y molares permanentes.
Este hábito puede ocasionar dolores musculares en cuello y cara, migrañas, dolores en el oído y principalmente desgaste en los dientes. Es importante acudir con el odontopediatra para determinar que no se encuentra una causa psicológica o física.
Existen razones de tipo mental o emocional que lo pueden ocasionar, como el estrés, una carga de trabajo excesiva en la escuela, separación de los padres, bullying, mudanzas, hiperactividad, nacimiento de un nuevo hermanito y alteraciones en el sueño.
La malposición de los dientes también puede estar relacionada, ya que no se permite tener una mordida correcta, parásitos intestinales que ocasiona incomodidad, tensión y nerviosismo.
Soluciones
Se tiene que estudiar la presencia de los factores antes mencionados y una excelente solución puede ser la realización de una férula de descarga, siendo de silicona o una guarda miorelajante. Estas resultan cómodas y ayudan al niño a poder relajarse durante la noche. Estas pueden ser acompañadas de terapias antiestrés.
En casa lo ideal es buscar que el niño se relaje, como por ejemplo:
- Un baño caliente antes de dormir
- Tomar un vaso de leche caliente (después deberá lavarse los dientes)
- Leer un cuento.
- Escuchar música relajante.
- Dejar a un lado los dispositivos y pantallas al menos dos horas previas a la hora de dormir
- Evita que se vaya a dormir preocupado o enojado.
- Evitar cenas pesadas y el consumo de azúcar después de las 5 de la tarde.
- Animarle a que haga algún deporte.
Para prevenir un desgaste excesivo es importante seguir estos consejos y buscar atención especializada con un Odontopediatra, así evitaremos la presencia de dolores previos y desgaste excesivo de los dientes, acompañado de un diagnóstico más preciso.